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Producto Mínimo Viable: Guía completa para probar y validar tu idea de negocio

¿Qué es un producto mínimo viable y por qué es la herramienta para probar tu idea en el mercado?

Continua leyendo y te explicamos con detalle estas respuestas y por qué debes utilizar un producto mínimo viable en cada uno de tus emprendimientos.

La mayoría de los emprendimientos fracasan tan solo unos pocos meses luego de su comienzo, ¿las razones? Hay muchas, pero una de ellas es la falta de interacción de las ideas de negocio con el mercado objetivo y acá es donde entra en juego la figura del producto mínimo viable, que no es más que una versión simple, pero efectiva de lo que quieres ofrecer a tu mercado. Vamos a profundizar un poco más.

¿Qué es un producto mínimo viable?

El producto mínimo viable es un prototipo de tu producto o servicio, con unas funciones mínimas que te permiten poner a prueba tu idea frente a lo más importante, tus clientes. Es una versión momentánea de tu idea que te sirve para recopilar información relevante sobre el diseño y grado de aceptación.

¿Para qué sirve el producto mínimo viable?

Algunos de los beneficios de un producto mínimo viable, son:

  • Conocer si el producto o servicio posee un mercado.
  • Permite probar con una baja inversión tus ideas y también escuchar lo que realmente quieren tus clientes.
  • Disminuir el riesgo y la incertidumbre asociada al lanzamiento de nuevos productos, permitiéndote crear un producto o servicio con mayores probabilidades de éxito.
  • Descubrir características o necesidades que de otra manera sería imposible de conocer.


¿Cómo crear un producto mínimo viable?

La mejor manera de crear un producto mínimo viable es utilizando la metodología Lean Startup, que se caracteriza por la rapidez de su implementación y recolección de información para medir los resultados y tomar decisiones. Así que, debes hacer lo siguiente:

Identificar los problemas o necesidades que existen en el mercado

El primer paso consta en comprobar si existe una necesidad de tu producto o servicio. Para ello debes conocer qué problemas tiene tu público objetivo y cómo los soluciona tu propuesta de valor. Analizar qué hacen tus futuros competidores es un buen punto de arranque para detectar un “hueco” en el mercado.

Perfila a tu cliente ideal

Identifica las necesidades de tu cliente. Para esto, la elaboración de un Buyer Person es indispensable, ya que solo unos pocos datos como la edad o ubicación geográfica, no son suficientes. Por esto, debes comprender sus preferencias, hábitos, qué compra, cuándo lo compra, etc.

Elabora el producto mínimo viable

Una vez obtenidos los datos anteriores, puedes pasar a la creación de tu producto mínimo viable, para esto, enfócate en las necesidades, gustos y demás información que recabaste. Recuerda que un producto mínimo viable no está diseñado para ser perfecto, ni siquiera está hecho para obtener ganancias en sus ventas, está hecho para probar y obtener información valiosa del público objetivo. Comenzar pequeño no significa que te vas a mantener pequeño.

Establece métricas precisas

Lo que no podemos medir, no nos sirve. Así de crudo. Por tanto, establece métricas exactas en cuanto a tiempo, cifras y cantidades de ventas para esta primera prueba de tu producto mínimo viable. No significa que no puedes cambiar tus indicadores en el transcurso de este plazo, sin embargo, establece metas reales para que puedas probar con exactitud tu idea.

Evalúa los resultados

Una vez transcurrido el plazo establecido, analiza las métricas que arroja esta primera prueba. Procura que las métricas vanidosas no nublen tu análisis. Cosas como ventas a personas a amigos y familiares, estacionales o por razones que sepas que escapan de lo normal, no deben de formar parte de tus estadísticas.

Toma decisiones

Una vez analizados los datos, te encuentras en capacidad de determinar si estás frente a una idea con futuro o si debes hacer algún ajuste en tu producto. En caso que este sea el caso, ¡No te rindas! Sigue buscando la manera de que tu producto o servicio llegue a su punto óptimo. Entrevista a tus clientes, cambia la presentación del producto, aplica test A/B, consulta qué características desean agregar o eliminar del producto…continúa probando.


Conclusiones

Como puedes observar, un producto mínimo viable es la ruta más segura y que minimiza el riesgo de prueba de una idea en el mercado. Su rápida implementación es la clave para mantener una inercia de ensayo y error, hasta conseguir el punto óptimo en el cual los resultados positivos te den las señales que encontraste una nicho para tu idea de negocio.